miércoles, 1 de enero de 2020

Como empezar este Balance Anual?
Positiva o negativamente?

Bueno, no me caracterizo por ser una persona negativa, así que empezaremos por lo bueno, aunque me está costando un poquito más.
De hecho, el año ha tenido momentos muy buenos, como por ejemplo poder realizar aquel viaje que tanto deseaba. Si, me fui a Suecia con toda mi familia y 200 kilos de equipaje médico incluidos, fina cortesía de KLM (no me cobraron ni un sol por el exceso de equipaje, realmente son lo máximo). 
Pasamos días geniales visitando a mi hermana, conociendo su casa, dónde y cómo vive; Nico conoció un mundo diferente, una cultura totalmente distinta a la nuestra. Valió sin duda la pena el sacrificio, aunque dice el refrán "después del gusto que venga  el disgusto" o en mi caso el susto. Pero eso es historia aparte.

Debo decir que he visto muy disminuida mi vida social este año, pues no he tenido un solo bautizo ni matrimonio al que haya sido invitada, así que de fiestas no puedo hablar.

La verdad, dejándose de hipocresías, este año me trato como a piñata, he llegado a maldecir y odiar este año.

Para empezar el año me regalo un aumento de peso exorbitante, me deja con 20 kilos de más. Se supone que con el tratamiento alternativo a la Hemodialisis me iría mejor, pero mejor mis polainas.

Empecé el año sin poder tener verano, es decir, creo que no fui más que 1 día o 2 a la playa y no me pude bañar. Para mí eso, es un verano horroroso.

No pasaron muchos días y en abril se presentó mi primera peritonitis asociada a la diálisis. Tuvieron que operarme y retirarme el catéter pues no había sido colocado de manera adecuada, lo que facilitó la peritonitis.  Fatal, me habré sentido tan mal y miserable, que mis defensas cayeron tanto pero tanto que no bien me dieron de alta, uno de esos viruses oportunistas decidió que era momento de aparecer y me diagnosticaron Herpes Zoster. El dolor más intenso que he sentido en mi vida, me hizo sufrir además algunos otros padecimientos, pero lo peor de todo es que hizo sufrir a mi pequeño Nico, quien empezaba un difícil tercer grado; que por mas de una razón fue difícil como ya habrán leído antes. No hay duda que cuando alguien enferma en casa, toda la casa se enferma.

Bueno pues como contaba, este condenado herpes, me dejó como regalito la aparición de múltiples neuropatías, como la que me dejó en la pierna derecha, que no permite que me desplace con normalidad y sin ayuda de un bastón (llevo 5 puntos en una rodilla por no usarlo); o la de mis brazos que hacen que casi no pueda tener muchas cosas en las manos sin que las tire al suelo. Pero sabes qué? el herpes no me derrotó, porque así cojita, cogí mis maletas y me fui pa' las Europas a ver a mi hermana y a mis amigos.
Puedo decir, a favor del bastón, que fue muy útil en los aeropuertos tenerlo, pase rápido en todo y para todo, incluso en Legoland, para mí y otras 3 personas más. De todos modos el lado positivo se puede encontrar no??
Pasé 21 días fabulosos por Suecia, Dinamarca, Holanda y Francia; y principalmente nos llenamos de amor familiar. Vi a mis sobrinos jugar con su primo y romper las barreras de idioma y espacio  ser cómplices como éramos mis hermanas, mis primos y yo cuando chicos.

Me encontré con mis grandes y entrañables amigos en una visita fugaz a Paris, ojalá hubiera tenido más tiempo para poder ir a la cabaña, pero verlos en una ciudad tan bonita, valió mucho la pena. Y me di cuenta que cuando los amigos son buenos, no importa el tiempo ni la distancia, puedes hablar con ellos como si los hubieras visto ayer.  

Pero como ya adelanté, después del gusto, el susto, pues ni siquiera terminé de bajar del avión y estaba visitando la sala de emergencias en Lima. Y como suele pasar cuando vas de noche a un hospital, mientras más rápido te botan, mejor para ellos, así que me dieron unos calmantes para el dolor y se evitaron el diagnosticarme una nueva peritonitis, la que por supuesto, llegando a Arequipa si hicieron  y atendieron por la gravedad de la misma.

Así que nuevamente hospitalizada pero felizmente cedió rápido. Pero me inflé como un globo, cosa que hizo que en más de una oportunidad esos imprudentes que nunca faltan, me tocaran la barriga y me preguntaran si estaba esperando bebé.... Grrrr que impotencia no responderles un "Carajo a ti que te importa".

La verdad es que me cuesta trabajo recordar los días buenos en el intermedio de mis desgracias, pero de que hubieron, sin duda más de uno, como ver a mi hijito izar la bandera de su colegio o despertar feliz algunos días por el solo hecho de saber que despertaste con vida y que estas bendecida con un esposo maravilloso, un hijo hermoso y adorable y una familia que te quiere por sobre todas las cosas.

Luego, cuando crees que el año ya no puede ponerse peor, llega noviembre y te da otra peritonitis, llegas al hospital y te advierte el médico que, si ésta no mejora, será la última y vuelves a hemodiálisis; pero, me pregunto yo para qué esperar, así que no bien salí del cuadro, pedí regresar a la dialisis de la que nunca debí haber salido. Lo malo es que aún a pesar de haber estado antes tantos años en hemodiálisis, mi cuerpo aun no se adapta bien a ella del todo, aunque aun así, estoy mejor y eso que me tengo que aguantar el catéter en el cuello.

Así que en resumen, fue un año horrible, incluso hoy fue un día horrible y a escasas 4 horas de que acabe el año solo puedo decir: Adíos 2019, de verdad quiero que ya termines. Lleva contigo todo lo malo, pues el aprendizaje lo conservaré aunque no me haya hecho muy feliz adquirirlo. 

Cerramos así una década que para mi fue muy difícil si me pongo a pensar, pero me deja lo más valioso que tengo en la vida, un hijo maravilloso, un esposo maravilloso, unos padres maravillosos y familia y amistades maravillosas.

Feliz Año Nuevo!!! Feliz Década Nueva!! Vivan bien, amen mucho, decidan hacer aquello que quieren, si yo he podido, ustedes que tienen salud, cuánto más.

Bienvenido 2020!!!!

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